martes, 22 de noviembre de 2011

Tecnología y edificación


Hasta hace menos de cinco años, quizá justo antes de la puesta en vigor del Código Técnico de la Edificación, se han construido en Madrid bloques de viviendas con pocas diferencias a los construidos a finales de los sesenta. Es decir, que en cuarenta años, los edificios dedicados a la vivienda urbana aunque hayan ido aumentado de precio, su avance, desarrollo y mejora en cuanto a aspectos tecnológicos e innovadores ha sido casi inexistente. Las mejoras se han limitado al uso de nuevos materiales, o la inclusión de elementos básicos por seguridad. Ahora gracias al estallido de la burbuja inmobiliaria se ha ralentizado su construcción, menos mal. Las constructoras no han invertido en investigación en el campo de la vivienda y todas las incorporaciones actuales vienen dadas por obligación, por ley, y gracias a tecnologías externas que ni siquiera son capaces de integrar aún de manera satisfactoria en los edificios. Los compradores de un piso a un precio que muchos no han podido adquirir (y otros no han querido, sería comprensible), aún tuvieron que pagar por un sistema de aire acondicionado de marca extranjera para “decorar” la fachada de su nuevo piso. Un remedio nada estético y sobre todo poco eficiente. Este es el paisaje de la España “moderna” de principio de siglo, la que se ha “desarrollado” ladrillo a ladrillo.